Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
La descomunal corrupción ejercida por el ex Presidente López, llevada a extremos jamás vistos y en la que incluyó a sus propios hijos, además de pervertir a funcionarios que parecen no haber puesto ninguna resistencia, así como a todo lo que tocó a su paso, llevó sin duda al gobierno de Estados Unidos a ejercer una presión en la sucesora, para obligarla a combatir lo que le estorba. Corresponde a ella la decisión que mejor le acomode: ser discreta o no.
El ex Presidente solía utilizar su tribuna mañanera para anunciar que combatía la corrupción con doble efecto: para atraer la admiración de sus seguidores y para apartar la mirada sobre su persona, mientras él mismo la concebía y la ponía en práctica. La estrategia no es difícil y aunque el mismo ex mandatario no hubiera tenido el propósito de erigirse en maestro, cualquiera en sus condiciones puede aprenderla y hacer lo mismo.
Es noticia muy preocupante la publicada por el diputado Jorge Triana, vocero del PAN, quien tuvo acceso al llamado expediente prohibido o a una carpeta de investigación que la misma Fiscalía General de la República filtró a medios informativos, que habla de la operación de la red de complicidades jamás vista en este país, con alcances en el gobierno de López y lo que hasta ahora se sabe, vinculada a la secretaria de Marina en lo que se refiere al huachicol fiscal.
La indagatoria de 512 hojas, de un apéndice del mismo gobierno, cuya función consiste en investigar y perseguir los delitos federales y de otra índole, así como ejercer acción penal, contiene información detallada, con hechos y nombres, encabezada por sobrinos del ex secretario de Marina y ponerla en manos de los comunicadores abre un espacio para atar cabos respecto al papel del expediente. ¿Deliberadamente quieren que se sepa? O ¿Quién lo filtró y por qué?
Se ha especulado que, Presionada por Estados Unidos, la Presidenta juega el mismo rol que el expresidente, al defenderlo en sus mañaneras de todas las acusaciones que flotan en medios no cooptados y en las redes sociales, respecto a la multitud de ilícitos que apuntan a su persona y a colaboradores, algunos tan cercanos como Adán Augusto López, pero en el esquema de verse comprometida, también se muestra colaboradora con el gobierno del norte.
¿Podría ser que se erige en defensora, mientras coopera con otro rostro con los vecinos?
El expediente existe. Pero llama la atención que nadie, ni la misma Fiscalía ha desmentido ni confirmado absolutamente nada. Los nombres de los sobrinos del Secretario, líderes de la red huachicolera. Sobornos millonarios. Permiso de transportación ilegal de huachicol. Pleitos entre Andy López Beltrán y Omar García Harfuch.
Los asesinatos encadenados de marinos para silenciarlos. Etc.
Las conjeturas del diputado Triana lo llevaron a especular en una trama. Dice: ’no podemos descartar un escenario perverso: que esta filtración, lejos de fortalecer la investigación, termine por dinamitarla.
Si al final se comprueban los hechos y hay sentencias contra los responsables, la defensa podría alegar que se vulneró el debido proceso al hacerse público un expediente que debía permanecer reservado’.
Para nadie, excepto para quienes se niegan a informarse, es desconocido que todos los indicios apuntan a una familia.
Muy Grande, que debe estar obligada a utilizar todos los recursos a su alcance para evadir la acción de la justicia y que ha sido expuesta por investigaciones periodísticas desde el sexenio anterior.
La divulgación del expediente puede ser también parte de una estrategia para lograrlo. El diputado Triana recuerda el caso Florence Cassez, que fue liberada por irregularidades en la investigación’, más no por habérsele encontrada inocente.
La situación que ahora debe vivir el ex Presidente, sus hijos, sus amigos muy cercanos y todos los que conforman la inmensa red de rufianes que durante el sexenio pasado invirtieron toda su imaginación proterva en idear toda esa gigantesca corrupción bajo el cobijo de la misma Presidencia de la República, debe ser inmensamente incómoda y esto obliga a cada uno a utilizar cualquier recurso que discurran o que les alcance algún abogado conocedor e ingenioso.
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